Mar Quemado
-“ Nada más sabe una Maga: entregarse a su Destino. Fiel a sí. No es valentía, ni es mérito tampoco, es sólo “saber”. Y lo que ES, antes o después, no puede ser eludido. Que sea entonces, a tiempo. ¿Pero cuál tiempo? ¿Hay algún otro que no sea ahora?... Lo abandoné todo atrás, como esta piel incinerada, tras otra y otra piel y otra más mía, de todas las que fueron encendidas... de todas las que nacieron y murieron en mí, quemadas.-”
-“Trazo mi Círculo en la tierra. Veo lo que penetra, lo que se avecina... lo que aguarda agazapado... y viajo, o espero convencida siempre al encuentro de lo que llega.
Me quedé pensando. Sí. Hago lo mismo. A veces abandono rutas conocidas, papeles de oficina, billetes de banco, libros o palabras de otros. Cosas, voces, nada importa. Sólo lo que intuyo. Lo que suceda, al pie de la montaña y de rodillas, hincada ante mí misma y en silencio. Sin otra Divinidad... eso, simplemente, ES.
“-Amo. En este plano y en todos los planos, amo. Y cuando parta, seguiré amando. Y cuando vuelva, será para encontrar, otra vez.. Lo no buscado siempre es hallado como una invitación a ser poseído. Nadie pierde lo que es suyo. Todo pertenece al Alma.”
Y lo tomamos,
No hay mucho tiempo. Ni otra cosa que saber, sabedoras del Destino.