Puertas
¿Y qué es el Amor en este plano
sino el completo olvido del sí mismo?
Te colmas y derramas en mí
te complaces en mí y reposas;
excitada necesidad, bebes lentamente
buscas de mi fuente y allí
quedan tus labios sintiendo
la delicada ternura que es
mi aura envolvente sobre ti
y mis envolventes
poderosos brazos
te contienen...
¿Y qué son mis piernas y senos
sino confiables y amplios caminos
que te acercan mansamente a Dios?
-Mi cuerpo apenas un sendero-
Deseas fundirte a mí, pero a Él te elevas,
¡Ah! gozo arrobador, extático;
en mi Ser te cobijas
hasta el punto en que abrazas
la cumbre y el velo
de la eterna llama...
Dulce es la visión; desvelos y alientos,
aguas que deslizas y bajan, tentadoras
estrellas que beso en la penumbra
del deseo.
Suspiras... con tanto fulgor recuerdas ahora
al antiguo, lejano hogar que en mi Ser tenías...
Place a tu alma la fusión apasionada
infinita y repetida.
¡Y esa azul eclosión de astros en el cielo!...
¿la recuerdas?... y luego, un largo camino a casa
y las Puertas, de pronto, que se abren a la Luz
nuevamente a la Luz
de tu alma y la mía.