Vacíate si quieres que te albergue

No me busques, si ves que aún no llego.

Te escribo desde mí -que no existe- hacia ti

Que ni te nombro, ni te amo, no te pienso, ni te quito

Mucho menos te imagino... soy vacía de mí. No te pido.

Tal vez mienta descarada o peor, enmascaradamente.

O no.

¿Quién lo sabe? ¿Tú... Yo? Juego con las palabras;

Para no hacerlo, ni existir, lo hago bien.

Si intuyes que yo pudiera Ser y existo ¿qué importa?

Ni siquiera hablo, ¿acaso es mía esta boca?

Vacía estoy, llena de algo sin nombre

Que no es y sin embargo Es, pues muere y resucita.

Si tuviera algo que agregarte, sería mi substancia.

No necesito soportes, ni andamios,

Casi nada necesito. Tengo los huesos propios

De mi continente escueto

Pero extenso.

Vacíate de ti, si quieres que te albergue

¿No se fusionan los espacios vacíos?.

Y yo, desaparezco, desaparezco...

No puedo cobijarte sino vacía,

En este continente que ni siquiera es mío.