Por suerte
“He procurado diligentemente
no reírme de las acciones humanas,
ni llorarlas, ni abominar de ellas,
sino comprenderlas”
Spinoza
Por suerte una
-que es tan común, como la gente común-
Por suerte una, repito,
No tiene que rendir examen, ni cuentas, ni ofrendas...
Por suerte una no es un acopio de heroísmo
Sino apenas un formidable manojo
De emociones, que a veces llora,
Tose,
Estornuda,
O tiembla.
A la hora de desmitificar, digamos,
Que una es perfectamente humana
Implacablemente humana, como vemos.
Que bien puede padecer escorbuto
Gemir
O desdecirse
Caer y recomponerse
Y reír a largo plazo.
Por suerte una recoge estrellas
Paga cuentas de luz
Y olvidos.
Por suerte no hay nada que justificar
Ni por qué exponer el corazón o lapidarse.
Porque una, finalmente, se orina en los “infiernos”
En la pira de los incendiarios
Y en la probidad de los infames.
Por suerte una tiembla
Abraza
Acaricia
Extiende una mano
La aparta
Se equivoca
Y auto-redime...
Por suerte una es enteramente imperfecta
Y sabe que no hay “dioses juzgadores”
-ni pretendedores de “perfecciones”-
Por suerte,
Ser enteramente humana,
Me libera de ciertos “Dioses”...