¿Somos las lesbianas más aceptadas que los homosexuales?  

Posted by La Maga in ,


Parecería que, en muchos rincones del planeta, la reprobación social, la discriminación, la persecución y hasta la cárcel, pesa mucho más sobre los homosexuales varones que sobre las lesbianas.

¿Es esto así?

La publicidad, los filmes y las revistas, parecen admitir más ‘benévolamente’ –y hasta promover- la imagen de dos mujeres besándose o haciendo el amor. Pero no debemos alegrarnos por anticipado: la sociedad machista y patriarcal siempre ha fantaseado sexualmente con nosotras, las lesbianas. Somos lamentablemente, un disparador visual por el cual el ‘macho’ se excita… y nuestra imagen, comercialmente, vende.

Me estuve percatando de ello analizando la publicidad gráfica, sea televisiva o callejera. Colgadas de cualquier anuncio, es infaltable ver a dos mujeres erotizándose mutuamente ofreciendo la venta de cualquier producto, desde automóviles a desodorantes.

Los filmes pornográficos incluyen siempre, indefectiblemente, un pasaje caliente donde dos mujeres -que no son lesbianas pero fingen serlo- se masturban mutuamente. Todo a pedir de boca de la clientela masculina.

Tenemos que tener en claro que no sólo somos discriminadas –doblemente- por ser mujeres y lesbianas: sino además, como vemos, subliminalmente utilizadas. Lo que se dice, funcionales para el sistema.

Estas consideraciones en una primera y rápida mirada. En un segundo análisis ¿por qué la cópula de dos hombres resulta, a simple vista, más revulsiva que la de dos mujeres?. En una sociedad falocéntrica y misógina como ésta el sujeto que ostenta el falo, conserva en definitiva, el poder y la acreditación del mérito. Dos mujeres juntas no dejan de ser dos agentes secundarios e inofensivos pues se descarta que ninguna de ellas tendrá la aptitud de suplantar o detentar el falo masculino. No hay ‘competitividad’ para el hombre, desde que no hay puja por el poder. El juego erótico femenino es tolerable por lo que es: un juego. Pero cuando dos hombres copulan, uno de ellos se atreve a incumplir su rol masculino para simular su antagónico: adquiere el papel de sumisión, de pasividad, se ‘convierte’ en lo infravalorado y asume en sí mismo, la vapuleada condición femenina. En ese instante de precisa ‘claudicación’, el homosexual varón es objeto de persecución.

Un intento de comprensión de la mirada social a nuestra realidad.

This entry was posted on 18 de febrero de 2010 at 7:32 and is filed under , . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

24 comentarios

En cuanto a la primera parte, cierto, a los hombre les excita la imagen de dos mujeres juntas, pero sólo en el terreno de la fantasía o cuando no sea su mujer.
La segunda consideración, no estoy del todo de acuerdo,relacionas las parejas de hombres como que hay uno que tiene un rol masculino y otro femenino, ¿ y en las munjeres, no? Hay de todo, pero afortunadamente las relaciones ya no se establecen por roles que cada uno debe adoptar.
Por otro lado el poder que le atribuyes al falo, y que tienen ellos, es tan simple como ir a un sex-shop y comprar uno para usar como juego erótico.
Actualmente son más los hombres gays que salen del armario que las mujeres, pienso que es porque la sociedad los acepta mejor. Dos mujeres que no necesitan a un hombre para sentir ni vivir es altamente revulsivo.

18 de febrero de 2010, 9:40

Hola ico:

Según mi conocimiento, experiencia y la opinión de los casos de pareja que he conocido, las relaciones lésbicas no requieren -como las heterosexuales- de un rol "activo" (masculino) y otro "pasivo" (femenino). Cuando dos mujeres se aman, no necesitan de la penetración vaginal y menos de juguetes eróticos que suplanten el falo. Baste reconocer que el tribadismo es el juego erótico de fusión que caracteriza a las relaciones lésbicas, en gran medida. Igual podemos decir del sexo oral. Todo es una gran danza de cuerpos, de belleza, placer y originalidad.

Nuestra forma de amar no sigue los patrones heterosexistas. Aunque es válido reconocer las excepciones que confirman la regla.

Un beso

18 de febrero de 2010, 9:55

Ico:

Tu parráfo final, altamente interesante para ser tenido en cuenta:

"Dos mujeres que no necesitan a un hombre para sentir ni vivir es altamente revulsivo".

18 de febrero de 2010, 10:00

Interesante análisis.
Es verdad que más allá, que la publicidad y el marketing imperantes utilicen imágenes de chicas erotizándose para vender, no implica que esto, esté más aceptado socialmente.
Lamentablemente nuestras sociedades siguen marcando su territorio "normal" salpicando de barro a quien es, piensa o siente distinto.


Planteo una pregunta antes de despedirme:

Si las proporciones se invirtieran y los homosexuales fueran mayoría ¿Los discriminados serían los heterosexuales? ¿Todo se resume a una cuestión cuantitativa?

Gracias por tu espacio, siempre interesante.

Saludo y beso.

18 de febrero de 2010, 11:08
Anónimo  

Maga:
No sabés cómo estoy disfrutando esta nueva etapa de tu espacio. Estoy emocionada por encontrarme con textos ricos que incentivan a reflexionar y proponen el intercambio de ideas...

Creo que da mucha tela para cortar este tema... pero sólo voy a decir en este momento que la imagen de dos mujeres es más aceptada "estéticamente" que la de dos hombres... Dos mujeres semidesnudas tocándose o no, han sido protagonistas de cuántas publicidades gráficas, televisivas, afiches cinematográficos y demás... No así con los hombres. De manera, como vos bien dijiste, no me ilusiono pensando que la sociedad acepta más a las lesbianas que a los gays (tampoco me gustaría que fuera así... Ud. tenga en cuenta que soy una ilusa exigente). Sólo sé que el producto estético es mejor... Y no podemos negarlo: vivimos en una sociedad de consumo, en la postmodernidad, donde lo visual, si es bello ante los ojos que lo ven, arquea las "morales" más rígidas...

Pd. Tiene comentarios en mi blog... Hay una niña tímida que no quiso dejarle unas palabras aquí...
Besos Mademoiselle...

18 de febrero de 2010, 11:29

¡Qué interesante pregunta, 1600 Producciones!

Creo que todos deberíamos comprender que, de alguna u otra forma, siempre somos una "minoría" para el otro: por obesos, altos, bajos, negros, homosexuales, extranjeros, musulmanes, judíos,etc.

Todos integramos una minoría para el resto y debemos captar el mensaje de lo inútil que es discriminar, aunque nos discriminen.

Un beso!

18 de febrero de 2010, 11:32

Ophelia:

Una indudable cuestión estética, es cierto: cuerpos flexibles, tersos, armoniosos...cuerpo de mujer que ama delicadamente.

Tal vez exista esta aceptación a una estética particularmente femenina.

(( Respecto del Blog: ¡gracias por tus sensaciones de comodidad y expansión! Trataremos de mantener un espacio de reflexión y aportes de miradas distintas y diversas))

Un beso!

18 de febrero de 2010, 11:37

Ophelia:

Reflexionando sobre la estética de los cuerpos, quería destacar, que la misma es eminentemente y siempre, subjetiva.

Visto sobre el particular, la mirada de un homosexual considerará de una belleza apolínea el cuerpo de su compañero varón. Una visión similar tendrá una mujer heterosexual.

¿Es la belleza femenina igual a la masculina? Y en todo caso, ¿qué es belleza?

18 de febrero de 2010, 12:19
Anónimo  

Maga:

Esto es una gran provocación!!! Mi Dios! Da para debatir largo y tendido, no hay derecho jajaja... Todo lo que llegue a esbozar en dos minutos no se acercará ni siquiera a una idea, pero intentaré decir groseramente, que la belleza pende del hilo de los ojos que miran... O sea, es subjetiva... Definir belleza como verdad irrefutable sería caer en lo que muchas veces critico. No niego que antes cosas que me parecían bellas, ahora ya no me lo parecen, y viceversa... Creo que es más un estado mental, una construcción propia acerca de cómo vemos lo que miramos...
En cuanto a la belleza masculina y femenina creo que sí son distintas y está bien que así lo sean... Que uno o el otro tengan destellos de masculinidad o femineidad en su apariencia, no lo disuelve como tal, quizás lo caracteriza o lo identifica...
Es largo de hablar y yo no tengo poder de síntesis...
Es apasionante tu espacio...Realmente...
Muchos besos Maga linda...

18 de febrero de 2010, 12:31

Creo que no atiendes a la realidad si ciñes las relaciones sexuales lésbicas al tribadismo, hay muchas lesbianas a las que les encanta la penetración ya sea por dedos o jugetes. Al igual que hay heterosexuales que no les gusta. ¿ Por qué un jugete erótico crees que suplanta un falo? Es simplemente un juguete.
Ya quedado atrás la época en que las feministas lesbianas decían que penetración era la imposición del poder, el sometimiento de la mujer... por dios, en el sexo, en el amor no hay normas, ni etiquetas,ni posturas,¿ no vamos a ser nosotras precisamente lesbianas las que las pongamos no?

18 de febrero de 2010, 13:11

Ico:

No, no seremos nosotras. Si te fijas en mi primer mensaje de respuesta, verás que, in fine, escribí:

"Nuestra forma de amar no sigue (agregaría, necesariamente) los patrones heterosexistas. Aunque es válido reconocer las excepciones que confirman la regla".

Un beso.

18 de febrero de 2010, 13:41
Anónimo  
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18 de febrero de 2010, 16:32
Anónimo  
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
18 de febrero de 2010, 17:17

“Anónimo”, te invito a cenar. Tengo comida para peces ¿te va?.

19 de febrero de 2010, 1:39

“Anónimo”… a ver, repetí: “Soy homofóbico y estoy enfermo”, “soy homofóbico y estoy enfermo”, “soy homofóbico y estoy enfermo”. (¡Dale! ¡es difícil pero vos podés!)

19 de febrero de 2010, 1:40

Me gusta cómo escribís, y eso lo habré dicho como mucho 2 veces en los últimos 5 años..
Y estoy de acuerdo con tu punto de vista (en especial el último párrafo). Tan sólo tengo para vos una pregunta: que pensás que sucedería si las emociones o la intesidad de una caricia en una cama entre dos mujeres, o un grito que nace cuando el deseo es llevado a su punto límite, nacieran de la misma fuerza sexual que nace la penetración entre dos hombres? Sería considerado una manifestación de poder, y en última instancia, competencia?

19 de febrero de 2010, 16:59

DeB:

No hay competencia entre dos mujeres: es una relación de profunda igualdad y no de verticalidad. Es la conjunción entre iguales.

Un beso!

20 de febrero de 2010, 2:19

Estoy totalmente de acuerdo contigo. Las imágenes de dos mujeres es mucho más aceptable e requerida por el mundo erótico que la de los hombres. Seguramente por lo que tú tabién apuntas: no hay sometimiento, o al menos no se aprecia, y las imágenes son mucho más dulces y provocadoras que las de dos hombres.
Seguramente la gran mayoría de la sociedad aún no está preparada para el amor y las relaciones en este ámbito, por mucho que se vanaglorie de ello.

Un abrazo

20 de febrero de 2010, 12:15

hola, acabo de visitar por primera vez tu blog y me gusta muchísimo cómo escribes y además comparto tu opinión totalmente. Quizá la cuestión de que, en general, a los hombres les resulte repulsiva la imagen de dos varones penetrándose es por la cuestión de la construcción de la masculinidad basada en este mundo absolutamente machista y patriarcal. Tienen pánico a la homosexualidad en los hombres, por su propia inseguridad. Cuando ven dos mujeres, no ven dos lesbianas, ven dos posibilidades de ser penetradas por ellos. Un gusto leerte.

20 de febrero de 2010, 17:10

En España las cosas van bien en ese sentido. Creo que tanto lesbianas como homosexuales han sabido hacerse valer. Ojalá pronto sea así en todos los lugares, aunque aún quede mucho por hacer...

21 de febrero de 2010, 1:44

Verdial:

Países como España, México (D.F) y Argentina, son sociedades que avanzaron muchísimo en la plena aceptación de las relaciones gay - lésbicas, y el reconocimiento legislativo de nuestros derechos civiles y humanos.

Una encuesta nacional realizada por el Poder Ejecutivo arrojó que el 66.00 % de la poblaciòn apoya plenamente los matrimonios entre personas del mismo sexo. Nueve países en el mundo ya lo legislaron y decenas de estados adoparon la Unión Civil como paso previo al Matrimonio.

En Argentina se celebró el primer Matrimonio gay en América Latina, lo cual es todo un orgullo para nuestra nación.

¡Por el mismo amor, los mismos derechos!

21 de febrero de 2010, 1:45

Marcela: Concuerdo plenamente con tu comentario.

Aida: En derechos civiles GLBT, España guía a Latinoamérica y el Mundo.

21 de febrero de 2010, 1:50

Relación de profundad igualdad. Estoy de acuerdo con vos en eso también. Y considero que es una "igualdad rebelde" porque desde la pareja (de las dos por igual) se intenta consolidar un lugar... en un sistema que como decís, es sólo funcional a sus propios intereses. Un sistema que nos explota doblemente, por ser mujeres y por ser lesbianas. Pero que pocas veces, nos da algo a cambio. Y en el caso de muchas, como yo, que tenemos la intención de formar una familia un día, la adopción y/o inseminación se presenta como una alternativa difícil.

21 de febrero de 2010, 11:54

DeB:

Si el sistema nos debe algunos reconocimientos, entiendo que la militancia es el método adecuado para obtenerlos. Compromiso con nuestra causa y nuestros derechos. ¿Qué mejor que el activismo y la visibilidad?

Respecto a tu deseo de formar una familia, desde la comunidad GLBT planteamos el derecho al Matrimonio de gays y lesbianas, con posibilidad de adopción sin limitación alguna, por ambos miembros de la pareja.

Un beso!

21 de febrero de 2010, 12:16

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