Los Muros y las Cabezas  

Posted by La Maga in ,


No sé lo que piensan ustedes. Pero noto que existe una cierta atracción entre los muros (duros) y las cabezas (más duras) que van a dar invariablemente contra los muros, de forma implacable e irresistible.

Ahora, mi duda es si los muros se mueven a voluntad, o si las cabezas tienen una atracción ciega por los muros.

Me explicaré dando algunos ejemplos: mujeres de madura edad, casadas, con hijos (varios) se enamoran de alumnas jóvenes. Las alumnas jóvenes, por supuesto, no saben qué hacer más que estrellar su cabeza contra los muros… una y otra vez. Porque las profesoras (digamos de Geografía) no tienen experiencia más que en topografías, fiordos y equinoccios pero ninguna en sexo lésbico.

Las mujeres casadas y maduras (otras) se sienten atraídas por vecinas -también maduras- y ambos muros cruzan la calle para tocarse el timbre mutuamente (a veces) o se quedan donde están, cayéndose en miradas y subterfugios de caricias que ‘son pero no quisieran ser…o al revés’.

Las enamoradas de ayer dejaron de estarlo, naturalmente, pero de vez en cuando van a echar un vistazo al muro donde partieron sus parietales, una y otra y otra vez. El muro (es decir, la ex) sigue allí, como siempre, inamovible… hay un placer secreto en las corroboraciones.

Las amantes ‘virtuales-cibernéticas’ abrazan ocultamente la primavera de la vida -en un chat- mientras la vida transcurre, desde luego, y las cabezas chocan buscando muros cada vez más compactos y lejanos, pero de LCD y... pasan los meses, las sucesivas estaciones y luego los años. (A estos muros se les pasa un líquido protector de pantallas para que perdure el amor: escaso, pero limpio).

Estamos aprendiendo todas a sentir y vivir... claro está, pero 'abonadas' a las contrariedades.

¿Buscamos adrenalínicas relaciones -siempre improbables- siempre imposibles?

This entry was posted on 20 de abril de 2010 at 4:05 and is filed under , . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

27 comentarios

me gustó el sentido plural y abarcativo que le das a las experiencias, una especie de atenuante.

a veces, raras veces quizás, me parece que también hay amores sanos. y que los lcd se transforman en mesas de café reales, y las profes de geografía se animan a recorrer nuevas geografías y hasta las vecinas se animan a más. de las exs no hablo, no las entiendo. ;)

20 de abril de 2010, 5:26

Mariana:

Gracias. ¿Sabés?, trato de escribir para todas se sientan reflejadas, en una u otra experiencia. Trato de ser inclusiva. No escribo para mí. Escribo para tod@s. Me gratifica mucho contemplar diferentes situaciones y ver que alguien se pueda sentir identificad@.

¿Qué poder de seducción tienen los muros, no?...

Un beso

20 de abril de 2010, 5:36

qué bien lo explicaste, Maga. En estas me ando yo, sopesando los topetazos contra mi muro; en mi caso: una mamibollo que me trae todos los días su criaturita al cole y que sólo quiere ser amiga.

Yo digo que no, que no quiero relaciones adrenalínicas sino reales. Tal vez alejándome del muro...

Un saludo

20 de abril de 2010, 7:17

Morgana:

De los muros en nuestras vidas aprendemos a: saltarlos, esquivarlos, treparlos, detonarlos, ignorarlos...y también amarlos.

Cada cual su propio "muro". Los míos siempre fueron mujeres -porque, obviamente, soy lesbiana- y muchas de ellas, heterosexuales.

Pregunto ¿Cuál fue el muro de cada una de nosotras?. ¿Qué han hecho con él? ¿Lo han demolido?, ¿Lo han vuelto a erigir? ¿Repiten historias como calcos? ¿Dan vueltas sobre el mismo sitio? ¿Buscan un hueco al muro para hallarle corazón?

Es argamasa, es ladrillo hueco, es pintado, es cascarilla.

Puede ser el clóset en el que vivimos, ex parejas que nunca se dejan, mujeres que no se animan a ir por más...

¡Tantas cosas!

20 de abril de 2010, 9:07
Anónimo  

Totalmente de acuerdo con vos...
Aunque a veces, reconozco, es adictivo, buscar relaciones que nunca se concretan. Adicción a lo intangible, le dicen...
Pero expresado magistralmente por tus palabras...

20 de abril de 2010, 10:30

Ophelia:

'Adicción a lo intangible'

¿Será que la mujer más deseable es la que jamás se tocará?...

20 de abril de 2010, 11:00

Creo también que hay una atracción inevitable por lo que es inalcanzable, imposible... cuanto más lejos, más se desea (No en todos los casos, pero en muchos sí).

Ah, y es muy doloroso. Pequeño detalle.

20 de abril de 2010, 12:11

Me atrevo a decir que tengo un muro tan, pero tan alto que podría intentar treparlo, pero el vértigo es... intimidatorio.

Al principio casi ni percibía lo que estaba sintiendo y cuando fui conciente, miré hacia arriba y vi el muro interminable.
Me alejé de ese muro un buen tiempo y hasta empecé a ir por otro rumbo... pero ahora todo se me complica, porque ese muro nuevamente está delante de mí. Tengo el valor para demolerlo, pero... ash, uno no para de pensar y pensar y pensar.

20 de abril de 2010, 12:17

excelente, me reí mucho aunque no soy de las que se parten el cráneo en estas cuestiones, por lo menos ya no...

personalmente extendería lo de 'sexo lésbico' a 'relaciones lesbianas' en general, me parecen mucho más complicadas que el sexo =P

salu2!

20 de abril de 2010, 12:28

en cuanto deje de darme de cabezazos contra mi último muro, te contesto, jajajaja. Si es que tengo la vida llena de muros y de pregutnas como las tuyas finales.

20 de abril de 2010, 13:15

Al contrario, según mi experiencia, creo que a algunas nos pasa de ir aprendiendo a los golpes, después de tanta entrega y de darse con la cabeza contra tanto desagradecimiento, tanta desidia, tanto desamor, tanta mentira, y es probable que la próxima vez la entrega sea a cuentagotas o el escape, magistral.

Igual, las paredes son solo construcción nuestra para chocar dichosamente contra ellas...hay cierto placer en eso, o no?

Si no, no se explica.

Lo improbable no es lo que más me atrae, ciertamente.

Saludos,

20 de abril de 2010, 13:35

Es que los muros están para saltárselos.. siempre, cuánto más dificil más emblemático es el salto, y si lo das y te atreves.. ¡¡ qué gratos placeres les esperan a la valiente y victoriosa saltadora de muros¡

20 de abril de 2010, 13:39

Menna

Si lees a Ico, encontrarás por allí una sabia apreciación.

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Marga

Tomo nota de tu recomendación y estoy perfectamente de acuerdo: el sexo lésbico puede ser una cosa llevadera, las 'relaciones lesbianas', en cambio, tienen su alto grado de complejidad. Buen enroque.
Disfrute Ud. de la risa, me encanta habérsela provocado.

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Marcela

Tiene premio especial a la perseverancia. Ud siempre hace gala de un optimismo y vitalidad inspiradoras.

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Pao

En términos futboleros: Vamos haciendo dribling con la cintura y eludiendo adversarios ¿no?

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Ico

Me gusta tu propuesta. Un salto que no cae en la omisión, sino en el desafío. Ideal para las mujeres que nos leen y necesitan un empujoncito para zambullirse al otro lado.

20 de abril de 2010, 15:06
Anónimo  
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
20 de abril de 2010, 15:41
Anónimo  

Apenas lo leí pensé en solo un instante: una noche pasada de tragos con una amiga:S
La verdad la veía imposible pero el alcohol te hace saltar los muros y que los muros también te ayuden a saltarlos...?
Total en plena sobriedad guarda apariencias pero sé que el problema de todas estas mujeres es ‘son pero no quisieran ser…o al revés’.


Saludos Maga! :)

20 de abril de 2010, 15:42

Como siempre, un placer leerte.

A veces pienso que, si seguimos enfrentando y golpeando los mismos muros, es que repetimos elecciones.

Tendremos que buscar aquellos que tengan una puerta...

Un beso,
Franco

20 de abril de 2010, 16:28

Sinfulmoon

Pienso en la gran cantidad de mujeres que son heterosexuales porque no se atreven, todavía, a ser otra cosa. ¿Qué harán con sus dudas y deseos?

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Franco

Yo buscaría esa puerta y si no la hallara, le quitaría un ladrillito cuajado para espiar hacia el otro lado.

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21 de abril de 2010, 9:25

Hace unos diez años volví a vivir en la casa donde nací, en Santa Fe. Es una planta alta con una terraza grande cerrada por tres paredes bastante altas. En verano la terraza se volvía asfixiante, faltaba el aire y las paredes estaban calientes. Pasaron un par de años, hasta que un día me levanté y con un destornillador y un martillo y dejé la pared del fondo a la altura de mis rodillas. Desde entonces la terraza es otra, se respira el aire de los cipreses de mi abuela y cada tanto se ve algún colibrí entre sus orquídeas. La gente se sorprendía cuando les decía orgullosa que la había tirado abajo yo sola. Poco después pude derribar otras paredes, también casi sin proponérmelo...

21 de abril de 2010, 13:48

let´s just pretend:

Bello...bello.

((Puedo ver el ciprés, el colibrí y la orquídea))

21 de abril de 2010, 14:44

=)
Bueno y viéndolo desde el otro punto de vista, debo confesar que también soy bastante insistente y es así es que luzco más de un chichón por emprender una y otra vez contra alguna dulce aunque pétrea señorita jaja
En fin, ahora si me retiro por ahora de su hermoso espacio.
Saludos
Marina

21 de abril de 2010, 17:25
Anónimo  

Ni las buscamos ni nos buscan.

Las tenemos.

Que no es poco. Ni mucho. Es demasiado.

Y en cualquier caso, es duro luchar contra la nada, que todo lo ve, que todo lo sabe, que todo lo gana.

21 de abril de 2010, 19:34

Naifa

No luche. Sople...

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22 de abril de 2010, 3:26

me quedo después del relato,
con la idea de la adicción a lo intangible

y con la saltadora de muros


hay mujeres intangibles que se vuelven táctiles detrás de la pared,
por eso insistimos
el problema es no saltar

abrazos!

22 de abril de 2010, 9:30

Uy... "magia" es mi sueño!!! digamos que vivo de eso... de la magia que mis palabras puedan hacer...
Me gustó esta historia de los muros, sobre todo porque los conozco muy bien, y podés creer que también hay muros en mí???
Pero en realidad entré a tu blog por un comentario que hiciste vos en otro. Parece que hay una reunión el 28... no sabés si hay alguna sucursal de la marcha en Córdoba?
Un abrazo bien limpito!!!

22 de abril de 2010, 11:20

Lucy:

El 28 de Abril se debatirá en Diputados, la Ley de la Igualdad, que reconocerá el Matrimonio entre Personas del mismo Sexo. Es importante que estemos tod@s.

La Federación (FALGBT) convoca a asistir al Congreso, en hora y lugar a determinar. En este Blog: http://leticia-ahumada.blogspot.com encontrarás información y las direcciones para enviar mails a los Diputadosst. También hallarás enlaces de "El Mismo Amor" y "AG Magazine" en esta misma página.

Un abrazo.

22 de abril de 2010, 14:52
Anónimo  

Yo no soy nada insistente. Ya aprendí que donde a una no la quieren, lo mejor que puede hacer es coger la bolsa y marcharse por donde vino. Prefiero los campos sin puertas, las margaritas... Nada de muros. Ya sabes :-)

Un beso, Graciela.

25 de abril de 2010, 5:12

Expongo varias ideas (no las enúmero, porque quizá me lea corta o excesiva jaja). Antes razonaba de una manera similar; atracción-adicción por lo desconocido. Pero llegué a dos conclusiones: No sé si coincidan conmigo, pero desde pequeños, o por lo menos mi persona, escuchaba de manera reiterativa lo siguiente : "Lo malo tienta, las cosas que no se deben hacer se terminan haciendo".

Aunque parezca mentira, nos vemos sujestionados por esas afirmaciones y crecemos con una idea erronea. Lo malo no tienta, o crea adicción, sucumbimos ante lo nocivo para nuestra salud mental, emocional y fisica, por la falta de experiencia, herramientas, nos olvidamos deliberadamente de lo que queremos; a donde queremos llegar, con quién queremos llegar, en qué nos queremos convertir. Afortunadamente no nacimos aprendidos y tenemos la dicha de experimentar, vivir, sentir y seguir. Los muros no son trabas, son aprendizajes, paredes que derribar para obtener las herramientas que nos permitan continuar. Son muros cuando no abrimos los ojos y tropezamos peremnemente con la misma pared. No son malas las experiencias, no!.. Porque gracias a ellas nos hacemos más selectivos, capaces, competitivos. Empatizamos más con la vida, por así decirlo, gracias a ellas. Malo es, y repito, no aprender de lo vivido.

Felices Días.

26 de diciembre de 2010, 18:42

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