En Argentina, ya existen niños de primera clase y otros de segunda, discriminados.
No estar casadas perjudica gravemente a nuestros niños : si una de las madres fallece, la criatura y la madre sobreviviente no tienen garantizada la continuidad del vínculo. ¿Qué ocurre si ante fallecimiento aparecen parientes biológicos de la fallecida que se disputan la tenencia?
Los niños tampoco tienen garantizada la herencia si su mamá no biológica falleciera. Tampoco pueden hacer uso de su obra social, su pensión o la continuidad del vínculo en caso de separación de la pareja. Las madres no biológicas no tienen acceso a licencia laboral por atención de familiar enfermo que les permita cuidar a su hijo, la posibilidad de viajar fuera del país con ellos o los permisos de ingreso a terapia intensiva.
Que una madre los retire del colegio autorizada por la otra madre como si se tratase de un vecino ¿no es humillante? De estos pequeños actos cotidianos se revelan las crueles desigualdades.
Otro argumento homofóbico es aquel que, justificándose en el presunto “interés superior del niño” impone como ineludible la doble imagen ‘paterna y materna’ o el binomio ‘masculino y femenino’. Pregunto: ¿Y la enorme cantidad de hijos de madres solteras o padres viudos?
A cinco años (2.005) de sancionarse la ley que permite el Matrimonio en España no hay NI UN SOLO dato estadístico o científico que certifique la tan temible ‘desintegración de la familia tradicional’ o ‘el fin de la procreación y la especie’. No hay daño psicológico ni biológico en los niños, como si la homosexualidad se tratase de un virus maligno y contagioso que hay que ‘extirpar’. Ya ven, señores senadores, todos nacimos de padres heterosexuales y sin embargo, no nos han ‘contagiado’ la heterosexualidad. La orientación sexual y la identidad de género humana no se hereda como los ojos azules o el pelo rubio.
Se trata del mismo amor y, en verdad, cuando dos mamás o dos papás deciden serlo enfrentan el triple de trabas jurídicas, obstáculos burocráticos y desigualdades que los niños de padres heterosexuales no tienen.
Ojalá los señores Senadores tengan en cuenta estas reflexiones a la hora de votar. No creo que ingresen a este Blog. O tal vez, sí. ¿Quién lo sabe? Sin embargo te pido algo: Si en tu casa, con tu familia, amigos o desconocidos se plantea el debate, nútrete de lo que aquí escribimos y difúndelo.
Hay mucho trabajo por hacer.